No necesitamos gastar grandes cantidades de
dinero para mantener y recuperar nuestra salud, solo es necesario
conocer los efectos curativos que tienen los elementos básicos que nos
ofrece la naturaleza para utilizarlos y obtener el máximo provecho de los mismos.
A continuación detallo lo que pueden hacer por nosotros:
EL AGUA, AIRE, SOL Y TIERRA
EL AGUA: Las propiedades del agua son de sobre conocidas. Lazaeta
Acharan en su tratado: “La medicina natural al alcance de todos”, hace
mención de la doctrina térmica y señala: “El frío del agua sobre la piel
tiene doble efecto: contracción vascular que descarga la sangre de los
capilares al interior y reacción que descongestiona los órganos internos
y llena los vasos de la piel, donde afluye el exceso de calor interno y
las impurezas de la sangre para eliminarlas por los poros”.
Esto quiere decir que el agua se puede utilizar como alimento y
medicina, ya que por sus cualidades permite la eliminación de impurezas,
actúa como termorregulador corporal, mineraliza nuestros órganos
internos, estimula la circulación sanguínea, sirve como sedante para el
sistema nervioso, activa el estómago y los intestinos, y calma la sed
como ninguna otra bebida puede hacer.
La mejor manera de
aprovechar este elemento es beberla natural, en pequeños sorbos, fresca y
natural. Utilizar el agua fría para limpiar nuestro cuerpo y buscar las
reacciones de calor después del baño, para evitar enfriamientos o
resfriados.
EL AIRE: Ya he mencionado que el primer alimento
del ser humano es el aire; por este motivo, debemos estar en contacto
permanente con el mismo. El oxígeno que requiere nuestro organismo, lo
podemos obtener en forma natural del aire, pero este debe ser limpio,
puro, libre de contaminantes, humos, polvos, partículas extrañas y de
malos olores. Se ha comprobado que las personas que tienden a permanecer
en lugares cerrados y mal ventilados, donde se respira un aire viciado;
son mas propensas a enfermedades, pues el organismo absorbe por los
pulmones y la piel toda clase de microorganismos que pueden afectar
nuestra salud.
Debemos buscar en forma permanente estar en
contacto con el aire puro; si tenemos el privilegio y la oportunidad de
salir al campo, la playa o las montañas, es importante aplicar técnicas
de respiración para renovar nuestro aire y oxigenar nuestro organismo.
Si vivimos en la ciudad, salgamos a los parques y jardines bien
arbolados cuando menos tres veces por semana, y si es por las mañanas
será mucho mejor, pues en las noches el aire estará más cargado de
contaminantes y bióxido de carbono.
EL SOL: Nuestro Padre
Universal nos lego en este astro la vida y la salud, pues nos
proporciona energía, calor y luz. Este elemento fortalece el sistema
nervioso, estimula la piel y purifica nuestra sangre.
La luz
solar permite la fotosíntesis de las plantas, provocando su verdor,
facilita la maduración de los frutos y da color a las flores.
La exposición a los rayos solares es una práctica antiquísima, se hacía
para dar calor al cuerpo, para purificarlo y para evitar la ictericia en
los bebés. Se recomienda que a los niños en crecimiento se les permita
exponerse a los rayos del sol cuando menos una hora diaria, esto con la
finalidad de que se vitalice su organismo y asimilen la vitamina D, los
hidratos de carbono, las proteínas y el oxígeno.
Los baños de
sol deben hacerse con mucho cuidado, para no provocar alteraciones de la
piel. El mejor horario para tomar el sol por la mañana es de las 7:00 a
las 10:00 y por las tardes de las 5:00 a las 8:00.
LA TIERRA:
Que podemos decir de la tierra, si todo lo que tenemos y comemos
proviene de ella. Pero no solo disfrutamos de estos beneficios, hay otro
agente curativo que nos proporciona salud, y es el barro. Este combina
tierra y agua, y hace posible que germine toda vida orgánica. Tiene
propiedades curativas, pues es absorbente, antiséptico, bactericida,
cicatrizante, calmante, depurativo, desinflama y descongestiona. Cuando
el barro es limpio y proviene de tierra y agua pura, se utiliza en
cataplasmas para sanar fracturas, heridas, quemaduras, disolver abscesos
y tumoraciones, así como para calmar dolores, etc. El barro es un
“remedio” que cura toda clase de enfermedades.
Una práctica muy
eficaz para aprovechar al máximo las propiedades de la tierra, es
caminar descalzo sobre esta, cuando esta húmeda y removida, esto permite
que se active nuestro sistema nervioso y el sistema circulatorio.
Fuente: http://naturopatia.biomanantial.com/los-4-elementos-basicos-que-nutren-a-nuestro-organismo/
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