El
ser humano es la mezcla de la energía del Cielo y de la Tierra; es
decir, del aire que respiramos que proviene del Cielo y del alimento que
comemos que proviene de la Tierra.
He ahí la importancia de tener óptimos los pulmones y el estómago.
Las personas con PULMONES sanos tienden a sostener sus principios y
cumplir con sus obligaciones, tienen coraje y son rectos, cuando es hora
de desprenderse de un objeto o de
terminar una relación, lo detectan y lo hacen sin ninguna represión
emocional, sintiendo la pena y la tristeza asociada, pero resolviéndola
pronto; en cambio las personas con pulmones débiles experimentan la
pérdida o separación con confusión o reprimen su tristeza nunca
desprendiéndose del todo.
Con este ejercicio eliminaremos penas, tristezas y mejoraremos nuestro estado de ánimo